La censura es llevada a cabo por empresas extranjeras que desean hacer negocios en China, un fenómeno creciente dada la creciente importancia económica del país.[1][2][3] Las empresas que buscan evitar ofender a los clientes chinos se han autocensurado y, si se les acusa de ofender las sensibilidades del gobierno chino, han publicado disculpas o haciendo declaraciones en apoyo de la política del gobierno.[4] Estas acciones reflejan la priorización de las empresas de las ganancias sobre la ética empresarial, un impulso explotado por el gobierno chino.[5]
El gobierno chino alienta a sus internautas a combatir cualquier amenaza percibida a la integridad territorial de China, incluida la oposición a cualquier expresión extranjera de apoyo a los manifestantes o los movimientos separatistas percibidos, con el sistema de "Educación Patriótica" del país desde la década de 1990 enfatizando los peligros de la influencia extranjera y el siglo de humillación del país por parte de poderes externos.[6][7]
La censura de los servicios en el extranjero también se lleva a cabo por empresas con sede en China, como WeChat[8][9] y TikTok.[10] Los ciudadanos chinos que viven en el extranjero, así como las familias que residen en China, también han sido objeto de amenazas a sus oportunidades de empleo, educación, pensiones y negocios si se involucran en expresiones críticas con el gobierno chino o sus políticas.[11] Con un retroceso limitado por parte de gobiernos y corporaciones extranjeras, estos problemas han generado una creciente preocupación por la autocensura, el discurso forzado y un efecto escalofriante sobre la libertad de expresión en otros países.[12][13][14]